Biblioteca
de aula y animación a la lectura
En esta actividad se llevara a cabo un RINCÓN DE LECTURA para un aula de infantil de segundo ciclo.
Trabajo realizado entre Maribel Gómez,
Leonor Perucho y Gabriela Molina.
¿Por qué una biblioteca de
aula?
La literatura infantil, en este etapa,
es una pieza clave para el desarrollo integral de los niños, por lo que se debe
intentar poner a los pequeños en contacto con los libros y otros materiales
desde muy temprana edad ¿Y qué mejor manera que mediante la creación en el aula
de un clima propicio a la lectura y motivando a los niños de una forma lúdica?
De esta manera, es importante contar,
entre los recursos educativos, con un rincón en el que se sitúe nuestra biblioteca de aula.
A la hora de comenzar esta actividad
lo único que teníamos claro era que nuestro rincón de biblioteca tenía que ser
un lugar mágico de encuentro con los libros ya que así, conseguiríamos crear en
los niños la necesidad y las ganas de consulta y disfrute, fomentando el
interés por la lectura y la escucha activa de historias.
El
niño desde pequeño, descubre en el libro todo un mundo lleno de interés,
de color y de imágenes. Toda una fuente
de conocimientos que desarrollarán
su perfil intelectual y personal.
La biblioteca a esta edad, debe
representar un elemento vivo y debe
reunir en sí la suficiente cantidad de formatos, temas e ideas como para
satisfacer, en todo momento las diferentes inclinaciones de los niños de la
clase, por lo que partimos de la idea de que, además, debe ser el centro
integrador de otras actividades y situaciones escolares.
El hecho de que los niños y niñas de
estas edades no sepan leer aún, no significa que no puedan disfrutar de los
libros. Tenemos que tener en cuenta que los
niños no llegan vacíos de cultura literaria a su primer contacto oficial con la
literatura en la escuela.
Antes de saber
leer y escribir, hemos visto como los
niños y niñas
participan en
manifestaciones folclóricas que
los acercan a la
literatura, al igual
que ocurre con
las canciones, juegos, nanas,
cuentos o adivinanzas,
es decir, están
en continuo contacto con experiencias lectoras naturales.
Como hemos estado viendo durante estos meses, hay muchas actividades y aprendizajes
que se pueden llevar a cabo a través de la biblioteca de aula.
Queremos incidir en la idea de que la
Biblioteca de aula no es sólo un centro de aprendizaje indispensable
para la formación
del hábito lector,
sino que además es un lugar donde
los niños investigan
y resuelven problemas
por ellos mismos
y donde tienen
lugar múltiples situaciones de enseñanza-aprendizaje que fomentan el
desarrollo de la imaginación
y la creatividad. Intentaremos, así pues, que nuestra biblioteca sea un lugar
de encuentro cultural, creativo y un espacio socializador.
En ella queremos que el libro pase a
segundo plano ya que, además, intentaremos
fomentar en el niño otros aspectos tales
como aprender a cuidar y preparar su
biblioteca, así como también asumir la responsabilidad de
su conservación y uso adecuado. Además, se favorece la
motivación lectora de forma más directa que desde la biblioteca escolar,
dado que tenemos
unos “usuarios” fijos
y que conocemos sus intereses, necesidades y
características. De este modo, todos los
recursos que aquí
encontramos estarán más adaptados a ellos.
Algunos de los objetivos que
pretendemos alcanzar serían: despertar el interés de nuestros alumnos por
conocer, favorecer que se den situaciones de
aprendizaje motivadoras que ayuden al progreso individual del niño,
según sus capacidades e intereses, fomentar su conocimiento de la organización
de una biblioteca ( algo que en los años venideros les facilitará su búsqueda de
información), capacitar a los niños para
reconocer en el libro y demás materiales los instrumentos que le harán
progresar desde el punto de vista cultural y social, desarrollar el gusto de
leer y por tanto, la posibilidad de conseguir un buen hábito lector en el
futuro, favorecer la adquisición de hábitos de consulta ya que son la base para
el estudio y la investigación. En definitiva, convertir el proceso de
aprendizaje en activo y motivador.
Diseño, Situación y Decoración
A la hora de pensar la
ubicación, el diseño del espacio, el mobiliario
y la decoración de nuestra biblioteca de aula, el objetivo principal que
debemos perseguir es el de crear un lugar agradable, tranquilo, acogedor, cómodo
y bonito a fin de que nuestros niños se sientan a gusto y puedan disfrutar de
la lectura como es debido.
A parte de todo esto,
el rincón de la biblioteca conlleva a que el espacio sea luminoso, decorado con colores cálidos para
estimular la relajación y la tranquilidad, acompañado de detalles y objetos de
colores fríos para no perder la estimulación y la energía. Todo esto hará que no se convierta en un lugar de
paso, que invite a sentarse, a ver libros
a escribir cosas interesantes, a compartir, a observar, ojear, manipular
todo lo que allí se encuentra, sabiendo que esos elementos están sólo allí,
no hay
otro espacio donde
encontrarlos, haciendo que
ese lugar sea
especial. Por ello sería conveniente y bonito que sea una
creación en la que todos participáramos
(cuando decimos todos nos referimos a profes y niños) para que sea un
reflejo de lo que todos pretendemos que sea nuestra biblioteca de aula.
Otra cosa que hemos
tenido muy en cuenta es que tiene que ser un espacio lo más funcional posible
para adaptarse a diferentes momentos de la jornada: lectura silenciosa del niño
que ha terminado una actividad y desea ojear un libro dentro de unas normas,
realización de actividades programadas como la hora del cuento, juegos de
lenguaje oral, lectura de láminas, etc. Vamos a intentar tener todo o casi todo
lo necesario para guardar los libros colgado de la pared para que el
transformar el rincón no sea una tarea difícil.
Teniendo en cuenta que
no se suele disponer de mucho presupuesto, vamos a crear un rincón en el que la
mayor partida presupuestaria vaya destinada a la compra de buena literatura
infantil. Esto también nos va a ayudar a echar mano de la imaginación para crear
un rincón confortable utilizando recursos fáciles de encontrar y por qué no
“reciclados”, huyendo, pues, de la típica estantería comprada en Wesco.
Cuando hablamos
de confort y
creación de un
lugar cálido nos referimos
a recrear un espacio diferenciado, utilizando
materiales como una alfombra grande que cubra todo el suelo de
nuestra biblioteca, cojines de todos los tamaños, colores y formas posibles,
peluches, colchonetas e incluso
mantas, para los
meses más fríos. ¡¡Sería genial hasta tener un sofá!!
Esto no sería tarea
difícil porque muchos de estos
elementos están en nuestras casas o en las de los niños y podemos rescatarlas
(formando así un lugar más cercano al grupo y personal, si cabe) para ubicarlas
en un lugar
de la clase que inviten a
sentarse, tumbarse… y leer por leer… por el placer de hacer algo relajado y con
lo que disfrutamos.
Otra propuesta podría
ser un dosel de cuna, cortinas, telas o incluso una caja gigante decorada previamente,
que
creen un espacio
para la lectura
más individual, íntima y
concentrada ya que los niños suele
buscar el “envolverse” para sentirse
a gusto.
Los libros estarán
colocados en diferentes soportes para crear un ambiente más divertido. Así pues
podemos tener las revistas y periódicos en cestillos, los “prestados de otras
bibliotecas” en compartimentos (fotografía 3), nuestras creaciones colgadas
(fotografía 4), los que nos traemos de casa para compartir en archivadores con
nuestra foto (fotografía 5) y los libros de nuestra biblioteca en estantes. Todo esto estaría al alcance de los
niños y en la medida de lo posible exhibido con la portada a la vista, pues
serán los dibujos los que motiven su interés. Además, el rincón de la
biblioteca, debe servir como espacio socializador, por lo que su distribución
debe ser la idónea para fomentar las relaciones con los demás y para aprender a
emplear ese lugar de manera autónoma.
En la
pared, colocaremos de
manera centrada las
normas de la
biblioteca, que serán
redactadas y decoradas
de manera grupal
a lo largo
de varias sesiones
y, además, estarán acompañadas
con dibujos que
ayuden a comprenderlas
y cumplirlas.
Del mismo
modo, sería interesante dedicar otra pared al completo para hacer un
espacio mural dedicado al mundo lector. Pediremos la colaboración de las
familias para que nos envíen fotos leyendo en casa (con las familias y su libro
favorito, ellos leyendo….), esas fotos las imprimiéremos y pegaremos en esa pared junto a los
dibujos que los niños hagan en
relación a las cosas interesantes que van descubriendo en la biblioteca (en el
rincón de biblioteca tampoco puede faltar material para el dibujo y la
escritura: pinturas, lápices, papel….). Debido
a la ratio niños
por aula
en la actualidad,
nos limitaremos a
colgar unos cuantos
y, cada semana, los
cambiaremos por unos
nuevos. Otra parte importante de “La pared del lector” estará destinada
a colgar por nuestra parte fotos de libros e ilustraciones utilizándolas
como un componente motivador para escoger algunos de los libros que aparecen en
las fotos.
Ilustración 1. Tatami de creación propia.
Ilustración 3. Libros prestados.
Ilustración 4. Creación propia.
Ilustración 5. Para compartir.
Así pues, a modo gráfico, nuestra biblioteca quedaría así:
Contenido
y fondos
A la hora de seleccionar los libros y recursos
que queremos ofrecer en nuestra biblioteca, nos vienen a la cabeza miles y
miles de títulos. Por ello, nos hemos basado en unos criterios para la
selección de éstos, ya que más que la cantidad, queremos asegurarnos de la calidad del contenido. Hemos
valorado:
- - Temas que vamos a tratar a lo largo del curso.
- - Edad
de los destinatarios.
- - Proceso
de maduración cognitiva.
- - Calidad
de los libros: tema, valores, lenguaje, ilustraciones, tipo de texto y formato.
- - Adecuación
a los intereses y capacidades de los lectores.
- - Variedad
de funciones: para diversos tipos de lectores y también que ofrezca un amplio
abanico de experiencias literarias de calidad (poesías, cuentos, álbumes, etc).
El contenido de nuestra biblioteca
se adaptará a la edad de nuestros alumnos: 4-5 años.
Debemos basarnos en su desarrollo evolutivo para crear un rincón de lectura atractivo y garantizar así el
éxito de nuestra biblioteca. En este momento, sabemos el que pensamiento del
niño está ligado a significados inmediatos, no ejecuta todavía operaciones
mentales y responde a los acontecimientos nuevos en función de su percepción.
Le gusta el dibujo, el juego simbólico, la dramatización. Debemos trabajar la
lectura de la imagen, descubriendo las figuras dominantes, la localización de
objetos, los colores, e ir acompañando las ilustraciones con la narración que
las acompañan.
También es un momento de
explosión para la fantasía, y los cuentos folclóricos dan mucho juego. Además
nos apoyaremos en fábulas y libros con personajes animados que, a esta edad, gusto
mucho y llaman la atención.
De este modo, elegiremos libros
donde la imagen sea la protagonista, siempre apoyada por texto, pues a esta
edad tienen bastante avanzado el desarrollo del lenguaje oral y ello hace que
tengan la capacidad de comprender las historias, seguir el orden de los
acontecimientos (siempre lineal), y con contenidos familiares.
Nuestra biblioteca constará de:
- - 20 libros
nuevos, elegidos meticulosamente por nosotras.
- - Revistas educativas.
- - Libros que los niños traen prestados de casa
para compartir.
- - Libros prestados de la biblioteca pública.
- - Libros hechos por nosotros/as.
Las revistas educativas estarán, como antes hemos explicado, en
cestillos. Se intentará ir renovando periódicamente para que no queden
obsoletas.
También haremos un hueco a los libros que los niños pueden traer de casa para dejar en la
biblioteca y compartirlos con los compañeros. Explicaremos que se trata de un
lugar donde traer esos títulos que tienen en casa y no hacen caso, o por el
contrario, libros que a ellos les gustan mucho y quieren así, hacer partícipe
al resto. Es una buena manera de trabajar el valor de compartir y poder jugar
con una gran variedad a la hora de la selección de alguno de ellos.
Periódicamente también, las
maestras/os traeremos libros prestados
de la biblioteca pública, pudiendo elegir libros específicos para trabajar
determinados objetivos o, simplemente, libros con grandes historias.
En la pared, colgaremos con
cordones los libros hechos a mano.
Pueden estar hechos con clasificadores, tapas de cartón, cartulina, con bayetas…
hay infinidad de ejemplos y se trata de un recurso de lo más lúdico y original.
Dejaremos un rincón donde se
expondrán los cuentos clásicos. Se
trata de todos esos libros que, por más años que pasan, siempre gustan tanto a
grandes y pequeños.
El listado de libros nuevos es:
1.
Rosa caramelo de Adela Turín y Nella Bosnia
2.
¿A qué sabe la luna? de Miechael Grejniec
3.
El monstruo de colores de Anna Llenas
4.
En busca del beso de Beascoa
5.
El cazo de lorenzo de Isabelle Carrier
6.
Un libro de Hervé tullet
7.
Pequeño azul y pequeño amarillo de Leo Lionni
8.
Por cuatro esquinitas de nada de Lerome Ruillier
9.
Tú y yo osito de Martin Waddell
10.
El león que no sabía escribir de Martín Baltscheit
11.
Elmer de David Mckee
12.
No quiero ir a dormir de Julie Sykes
13.
La vaca que puso un huevo de Andy Cutbill
14.
Cuéntame el día que nací de Jamie Lee Curtis
15.
Adivina cuanto te quiero de Anita Jeram y Sam Mc Bratney
16.
Besos, besos de Selma Mandine
17.
Todos sois mis favoritos de Sam Mc Bratney
18.
Un bicho extraño de Mon Dapota
19.
Un culete independiente de José Luis Cortés
20.
El topo que quería saber quién había hecho aquello en su cabeza de Wermer Holzwarth y Wolf Erlbruch
Listado de cuentos clásicos:
1.
Caperucita roja
2.
Los tres cerditos
3.
El patito feo
4.
Hansel y Gretel
5.
La cigarra y la hormiga
6.
El gato con botas
Organización
y gestión
El rincón de lectura estará abierto para todos
los niños/as que lo quieran visitar; en los ratos libres, cuando terminen
sus actividades o incluso si llegan
temprano al aula.
Además de esos tiempo libre, donde ellos mismo
decidirán ir al rincón de lectura se incorporara en la rutina semanal LA HORA
DEL CUENTO.
Para que cada alumno pueda sacar libros de
nuestra biblioteca y llevárselos a casa. Crearemos
un sistema numérico de colores, cada libro dispondrá de una pegatina en el lomo
(un gomet de un color y un número).
En el lateral de una de nuestra estantería
tendremos sobres de tela de cada uno de los colores. Y nuestros alumnos tendrán
fotos suyas plastificadas con su nombre, por lo que cuando seques un libro
pegaremos un gomet detrás de la foto del alumno, con el número de libro y él
mismo, se encargara de meterlo en el
sobre del color correspondiente.
Dinamización
y animación
El objetivo de una buena
animación a la lectura es que el niño no lector o poco lector, descubra el
libro. Ayudándole así a pasar de la lectura pasiva a la activa y desarrollar en
él el placer de leer. Por eso, vamos a introducir al niño en la literatura, mediante
una lectura que pueda comprender, que le haga disfrutar y con la que, además,
reflexione.
Empezaremos este acercamiento a
la literatura con un taller práctico: “Hazte tu propio cuento”.
Seleccionaremos materiales para que cada niño participe en la elaboración de su
propio cuento. Es algo sencillo que, a estas edades gusta mucho, y así iremos
completando el rincón de los libros hechos a mano.
Estrategias para la animación.
- Enseñaremos la portada de un
libro y pediremos que inventen un título e irán diciendo qué creen que se
cuenta en ese libro.
- Enseñaremos una foto del autor y simularemos
una conversación telefónica con él acerca de cómo viste, cómo es, que creemos que le gusta…
Más tarde, preparemos una visita del autor a la escuela. Podrá ser real o
simulada.
- Inventaremos un cuento entre
todos con los “cuenta-cubos”. Se trata de 3 cubos o dados con pequeñas
ilustraciones. Cada uno nos aporta un elemento para la invención del
cuento. El primero el personaje
protagonista, el segundo un lugar y el tercero un objeto. De este modo podemos
crear un cuento con estos tres elementos, solo con dos de ellos o utilizar
varias ilustraciones de uno solo.
- Lectura equivocada. Durante la
narración de un libro, llegaremos a un punto en el que la interrumpiremos y pediremos
que inventen cómo creen que continúa. Podemos cambiar el final y hacer que un
mismo libro tenga varios desenlaces.
- Binomio fantástico:
elegiremos 2 palabras al azar e inventaremos entre todos un cuento a
raíz o en torno a ellas.
- Dramatización: a medida que
vamos narrando un cuento vamos representando todos a la vez movimientos o
expresiones que la historia susciten. Por ejemplo: “Y el elefante se fue muy
enfadado” = damos grandes pasos de elefante con cara enfadada.
Bibliografía
Labajo, I. Bloque 5, modulo docente
Literatura Infantil (2016). Madrid: La Salle.
Rueda, R. “La biblioteca de aula infantil: el
cuento y la poesía” (1998) 3ªEd. Madrid Narcea
Bermejo, I. (2015, ABRIL 2). Animación a la
lectura y escritura creativa. [mensaje de blog] Recuperado de: http://lapiceromagico.blogspot.com.es/2015/04/cubos-para-inventar-cuentos.html
Una biblioteca fantástica. Enhorabuena, chicas.
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